Faltó tiempo. Y acierto.  Derrota del Sanpa amater en Vallirana, en un partido en el que mereció haberse puesto por delante en el marcador, vio luego cómo le pasaban por encima y, en la recta final, aún pudo haber empatado de haber tenido «un poquito» más… de tiempo y acierto.

Los «Carri boys» sufrieron un tiovivo emocional en su segundo desplazamiento de este campeonato. El inicio, por juego, fue esperanzador. El equipo dispuso de una gran ocasión que requirió una brillante intervención del portero local. Sin embargo, dos acciones en las que los rojillos fueron más rápidos se convirtieron en dos goles que fueron dos losas (2-0. Min.36), con las que hubo que cargar antes de la media parte.

El segundo tiempo comenzó con un disparo de Graells rozando la escuadra y un remate de Sepu dentro del área pequeña que se fue alto. Nada. La efectividad estaba monopolizada por el equipo local: pese a un mayor control sanpero, una jugada desafortunada con un balón que no pudo atajar el portero, provocó el 3-0. Poco después, en pleno desconcierto, también llegaría, tras un saque de corner,  el 4-0, un resultado demasiado abultado para lo que se había visto a lo largo del encuentro.

El Sanpa reaccionó. Rodri rompió la mala racha de cara al gol y marcó el tanto que le daba algo de aire al equipo (4-1. Min.79). Pocos minutos después, Urbano no desaprovecharía un penalti para recortar aún más las diferencias (4-2. Min.83). Y se apretarían los dientes hasta el pitido final para obtener un resultado que, más que un mero maquillaje, suponía poner algo de justicia a un partido mucho más igualado de lo que dictaba el marcador.

Otro gol de Urbano, ya en el descuento, resultaría insuficiente para puntuar en Vallirana. Sin embargo, el 4-3 final deja claro que este equipo no se rinde, que seguirá trabajando para encontrar el sitio que merece y que los resultados favorables volverán. Tiene calidad suficiente para ser muy competitivo. Aparte de esfuerzo, que lo pone, solo necesita algo de tiempo. Y de acierto, que ya llegará.