BUSCANDO LA CABEZA.
Fantástica, emocionante y trabajadísima victoria de los júniors del Sanpa en su último partido antes de cerrar la primera vuelta del campeonato. Los chicos de Paco y Miguel sudaron de lo lindo para imponerse en la recta final del encuentro al rival que le precedía en la clasificación, que puso las cosas muy difíciles tras adelantarse en el primer tiempo al aprovechar la prácticamente única ocasión clara de gol de la que dispuso. Es por ello, que la remontada sanpera ante el Molins de Rei fue un ejercicio de coraje, de perserverancia, de paciencia. La continua búsqueda de un gol que se resistía y se resistía a medida que pasaban los minutos. La superación de los propios miedos para creer en una victoria si duda merecida, pero que parecía escaparse por alguna especie de fatalismo gafe.
Con una delantera inédita esta temporada, con Chesco y Mario por delante de la dupla Guardia y Abel en la medular (enorme partido el de ambos), y la leal escolta de Elías y Rafa por los flancos, el Sanpa avasalló durante los primeros minutos al conjunto cuatribarrado, al que solo le salvó la falta de acierto de los atacantes verdiamarillos. Las buenas combinacionesen la zona medular y los repetidos robos de balón en campo ajeno, pudieron hacer pensar que el partido podría resultar fácil para los locales. Sin embargo, tras esos instantes iniciales, el Molins fue capaz de quitarse la presión de encima e intentar jugar sus bazas, buscando en largo a sus referentes en ataque, ante los cuáles la defensa compuesta por Gómez, Santi, Álex y el capitán Robert supieron responder generalmente bien.
Sin embargo, un descuido dio pie al 0-1. Un saque de falta desde la izquierda provocó un rechace corto dentro del área. Como si se tratara de ingrato «deja vú»del segundo gol encajado en campo del Krill, el balón fue a parar a una zona sin ningún defensor sanpero y lo que encontró fue un empalme inapelable de un atacante rival, que clavó el balón por toda la escuadra izquierda de la portería de un impotente Iván, que apenás había intervenido en lo que llevábamos de partido. Minuto 30.
Ese tanto fue un jarro de agua fría, sobretodo porque el arreón inicial había comenzado a arreciar. El Sanpa siguió con su juego y dio la sensación de no notar los efectos del gol de manera inmediata. No obstante, surgirían ese tipo de dudas que dan pie a precipitarse en determinadas acciones de ataque, a abusar del regate o el recorte en lugar de buscar la verticalidad o a errar el último pase que puede dejar al compañero solo el portero rival. Se sufrió demasiado al no disponer, con Sierra lesionado, de un referente indiscutible en la delantera, un «9» puro que sirva regularmente para desatascar un partido con su efectividad. Y a los imprevistos, habría que sumar también la lesión de Santi , que obligó a hacer la primera sustitución (por Sergi) antes del descanso.
Hubo que esperar al segundo tiempo para ver llegar la remontada, que llegaría de la mano (o más bien de la cabeza) de dos de los «veteranos» del equipo: Berni y Alan. El encuentro fue un monólogo del Sanpa, para bien y para no tan bien, ante un Molins que, ante sus recursos limitados, jugó con mucho orden táctico e inteligencia, aunque pagarían caro no sentenciar el partido (dispusieron de una clara ocasión tras la reanudación, pero el balón se fue a las nubes). El paso de los minutos fue una gillotina cada vez más próxima al cuello, con los locales buscando el tanto que hiciera justicia a su iniciativa y los visitantes confiando en mantener su exigua renta. Al final «tanto fue el cántaro a la fuente», que el empate llegó: un saque de esquina de Rafa desde la derecha encontró al primer palo la cabeza de Berni, que se adelantó a todos y completó el giro de cuello para enviar el balón a la red (1-1. min.75).
Más aliviado, pero lejos de conformarse con el empate, el conjunto verdiamarillo fue a por la victoria. De nuevo Guardia, que lleva ya 7 asistencias de gol esta temporada, activó el interruptor con un saque de falta desde el círculo del medio del campo para que encendiera la luz Alan, que voló cerca del borde del área pequeña para poner a prueba su flexibilidad aérea y cabecear a la red ajustando al palo (2-1. min. 82). Tras muchos momentos de ansiedad y agonía, el Sanpa, por fin, se colocaba por delante.
El resultado favorable no solo se mantuvo con éxito, si no que aún pudo ampliarse en los instantes finales cuando una galopada de Elías por la banda derecha dejó a Alan en posición inmejorable para marcar el tercero, pero su disparo, previo control dentro del área pequeña, fue respondido con una prodigiosa y milagrosa mano del portero visitante, que desvió el balón al poste derecho, que repelería éste y el siguiente remate, en plena lucha de piernas entre delanteros y defensas a escasos metros de la línea de gol. Que no entrara ese balón en la portería fue muy sorprendente. Pero que Alan viera la segunda amarilla (y por ende, la roja) tras un forcejeo, cargando hombro con hombro, entre él mismo y el portero que intentaba alejar el balón con el pie, sería surrealista.
A pesar de esa controvertida decisión arbitral, el colegiado señalaría el final del encuentro y, de esta manera, el equipo de Sant Joan Despí llega al ecuador de la competición sumando una nueva victoria, la cuarta en casa, que le permite iniciar la segunda vuelta en 8ª posición y, pese a su terrible irregularidad fuera de casa, a tan solo 9 puntos de la promoción de ascenso.
Comentarios recientes