DÉJAME ENTRAR
Tras la balsámica victoria en Begues (1-3), que si bien fue demasiado sufrida al menos permitió romper una racha negativa de derrotas, la visita del Vistalegre a Sant Joan Despí se presentaba para el Sanpa como un reto pero también como una nueva oportunidad. Un buen resultado ante el conjunto de Castelldefels, que llegaba de sumar tres triunfos consecutivos ante Krill, La Plana y Santboià, podía servir para consolidar lo obtenido la semana anterior, ascender en la tabla y colocarse entre los 10 primeros, un privilegio que se perdió hace algunas semanas cuando se inició tan nefasta racha en Sant Vincenç dels Horts. Conseguirlo dadas las circunstancias, en plena orgía de bajas y lesiones y con los ánimos a la espera de tiempos mejores, no era una labor sencilla y, por ese motivo, este partido resultaba de una gran importancia.
El recuerdo del partido de ida, dónde el Sanpa posiblemente dejó escapar dos puntos tras disputar una primera parte fantástica, abría la puerta al optimismo. No obstante, la fortuna no está siendo especialmente generosa (y cuando otorga algo, es porque te ha quitado algo previamente) y el balance de este choque en la media parte no podía ser más desolador para los muchachos de Paco y Miguel: 0-2 en el marcador y dos nuevos lesionados (Santi y Pablo) a añadir a la lista. Una vez más, tan dramática situación no hacía justicia a lo que se había vivido en el campo. La diferencia entre ambos equipos estuvo única y meramente en el acierto de unos y el desacierto de otros. O, lo que es lo mismo, la diferencia entre quién ha ganado sus últimos tres encuentros, con 14 goles a favor y 2 en contra, y quién ha sumado 4 de los 18 puntos en juego en lo que llevamos de segunda vuelta, muchos de los cuáles se han escapado en finales apretados y decididos en los últimos minutos. Aunque los dos equipos tuvieran ausencias en sus plantillas, la confianza distaba a uno y otro lado del campo.
No sobra decir que el Sanpa mereció los tres puntos (lo que no quiere decir, aunque parezca una contradicción, que el Vistalegre mereciese perder). Se acabó entregando a fondo ante un rival que tampoco racaneó en esfuerzo, y como consecuencia se pudo observar un partido muy abierto y con constantes alternativas. A los 6 minutos, una escapada de Rafa por banda derecha acabó con el balón paseándose por el área, con todo el banquillo local esperando que Elías metiera la puntita para desviarlo en dirección a portería. Poco después llegaríael 0-1, cuando un disparo lejano sorprendió a Iván demasiado adelantado, y avanzó en el marcador al equipo azulado. Xesco tuvo el empate por partida doble, sobretodo en un mano a mano ante el portero rival, que se quedó el balón cuando intentó regatearlo. Tampoco acertó Rubén, que no cabeceó con fuerza suficiente una falta ejecutada desde la izquierda, de espaldas escasos metros de la portería y que el guardameta visitante atrapó sobre la línea de gol. No obstante, el súmmum fue una jugada de Pablo que acabó con el balón paseándose por el área pequeña y hasta tres remates a bocajarro tapados por el portero o por defensores a ras de suelo. Aunque pareciera increíble, el gol no quería subir al marcador.
El 0-2 (min.25) fue una jugada muy desafortunada: Rubén y Santi no se entendieron en un balón largo, con el segundo pateando al primero en el costado y acabando los dos por los suelos, dejando vía libre a un delantero rival para que recogiera el balón muerto, le hiciera un sombrero a Iván en su salida y marcara con la portería completamente vacía. Realmente, verlo para creerlo. Para más INRI, Pablo tuvo que abandonar el campo a falta de 5 minutos para el descanso y Santi, cazado en una pelota dividida a la que llegó antes (y el pie del rival sobre su tobillo después… al revés de lo que suele ser últimamente habitual…), acabó el primer tiempo cojeando. El escenario podía parecer descorazonador, pero no estaba todo dicho.
De cara al segundo tiempo, el staff técnico aprovechó el triple cambio obligado (los dos lesionados y Lucho, del A, que solo pudo prestar apoyo los primeros 45 minutos) y decidió ir a buscar el gol aún a cuenta y riesgo de recibir el tercero. Reubicó a un lateral, Rubén, como central para acompañar a Álex (impresionante segunda parte la suya), ubicando a los dos refuerzos del A (Menacho y David) por banda. Lo mejor sería la entrada de Sierra, duda hasta última hora, que acabó siendo determinante, no solo por su doblete sino por la confianza que inspiró tenerle como referencia en ataque. Tras el 1-2 (min.50), de disparo raso y cruzado desde el arista derecha del área de penal, el equipo comenzó a creer en sus posibilidades. Tres minutos después, Rafa ya tuvo el empate en sus botas con otro remate a bocajarro, tras «robarle la cartera» a un defensor, al que respondió el arquero con una mano impresionante, arriba, para enviar a córner.
Tras el frenético inicio de segunda parte, el Vistalegre comenzó a quitarse la presión de encima y también dio algún que otro susto. Iván tuvo que intervenir decisivamente en el min.60, con una buena mano a un libre directo al borde del área. El empate de Sierra (2-2, min.70), con otro castañazo desde fuera del área, abajo y ajustado al poste izquierdo del meta visitante, hizo justicia a un partido al que el Sanpa respondió con orgullo, rechazando la rendición, con el pecho al descubierto en un choque en sucesión de idas y venidas, dónde tan pronto podía marcar uno como el otro. Cada pelota parada podía ser una oportunidad de gol: un remate de chilena de Rubén o un disparo demasiado alto de Xesco pudieron haber sumado el tercero para el Sanpa, pero los de Castefa también tuvieron sus opciones, con un disparo demasiado cruzado en un mano a mano entre un atacante e Iván.
A cinco minutos del final, ya con Manu de jugador en el campo, pudo haberse culminado la remontada. Abel tuvo el gol de la victoria cuando, tras un desplazamiento en largo, Sierra ganó el salto de cabeza en el lateral del área para dejarla en el punto de penalti, por donde entraba en carrera el incansable medio centro de Sant Ildefonso. No fue mala su decisión, hacerle la vaselina a un portero que salió tarde y a la desesperada, pero, cuando todo el mundo cantaba el gol, el balón salió lamiento el poste… por fuera.
Con la victoria escapándose por centímetros, el Sanpa aún tendría que sufrir hasta el final para amortizar ese punto de empate jabatamente luchado. En el descuento, el Vistalegre devolvió con indulgencia el acto de compasión anterior: un duro disparo, seco, tras un a falta al borde del área, fue respondido con un paradón a una mano de Iván junto a la base del palo… pero el rechace, con toda la portería al descubierto, sería precipitadamente rematado de cabeza por encima del larguero. Sin lugar a dudas, un final de partido que hace afición, pero no apto para cardiacos.
Con la emoción y estas oportunidades finales, llegaría el pitido final, el 2-2 definitivo y un reparto de puntos que, sin acabar de complacer a ninguno de los dos contendientes, tal vez sirviera para premiar, aunque fuera de manera exigua, a dos grandes equipos que, en condiciones algo más favorables, estarían compitiendo por puestos algo más ambiciosos en la tabla de clasificación, en lugar de estar peleando por la 10ª plaza.
Comentarios recientes