Impotentes.

Campo VidalDecepcionante derrota ante el segundo clasificado del grupo, un Atlètic Sant Vicentí que hizo honor a su buen lugar en la tabla y solo necesitó 10 minutos a finales del primer tiempo para dejar sentenciado un choque que para el Sanpa fue un “quiero-y-no-puedo”.

Poco se puede decir de un choque que el equipo visitante, segundo máximo goleador y mínimo goleado de esta liga, hizo suyo gran parte el tiempo. Solo los primeros 20 minutos de partido dieron alas a la esperanza e hicieron recordar el partido que ambos disputaron la pasada temporada, cuando el equipo de Platas logró anular por completo el ataque del equipo de Sant Vicenç del Horts, que solo fue capaz de marcar cuando pasaban más de 5 minutos el tiempo reglamentario y el Sanpa jugaba con dos jugadores menos. En esta ocasión, el buen arranque local se iría diluyendo a medida que fue avanzando el primer tiempo, a la vez que el conjunto visitante se fue acomodando en el campo, tomó la iniciativa y esperó su momento. La diferencia entre ambos equipos, representada en la confianza que tiene cada uno en su bloque, se acabó notando en la resolución de unas acciones puntuales y en la respuesta del rival a las mismas. Al Atlètic Vicentí no le hizo falta mostrar una tremenda superioridad para acabar obteniendo un resultado tan cómodo. Solo tuvo que ser contundente y efectivo cuando tuvo la oportunidad. Y defender su ventaja.

Ante el aluvión de bajas y estados de forma sub-óptimos, ni la heroica ni la épica pudo salvar al Sanpa. Y eso que el primer minuto de juego dio esperanzadoras muestras de ponerse por delante en el marcador, cuando un taconazo de Deivid Moyano habilitó a Juanito para el disparo al borde del área, que se marchó fuera cerca del poste izquierdo de la portería rival. Durante este primer tramo del partido, se vio una dinámica parecida al del partido contra el Esparreguera Atlètic: mucho equilibrio, contadas ocasiones y sin noticias de la presunta superioridad que dicta la distancia en la tabla. Iván Díaz, portero del B que sustituía al sancionado Muralla, hizo una gran intervención al enviar a córner un peligroso disparo desde fuera del área (min.10), pero fue una acción aislada, a la vez que la línea defensiva delSanpa, con Rafi y Sergi en el centro y Andrés y Hensi en los laterales, con Carri y Juanito por delante, conseguía neutralizar sin problemas el juego vicentino. El más destacado aviso lo dio Carlos “Ratilla” Bernier, la vez que estuvo a un giro de plantarse solo ante el portero dentro del área (min.17) pero se le quedó el balón atrás.

Carrillo-BuzonNo obstante, hacia la media hora de juego, y tras varios minutos de poca actividad y muchas pérdidas de balón, el Sanpa se resintió. (Aprovechando que no lo va a leer, cabe decir que se echó mucho en falta la aportación y la labor de contención de un todoterreno como Barceló en el centro del campo). Si resultaba clave evitar que el equipo de Sant Vicenç dels Horts marcara primero (gestiona muy bien los marcadores, y en sus 9 victorias anteriores ha marcado 3 o más goles),la llegada del 0-1 fue un jarro de agua fría. Aunque se reclamó fuera de juego, la combinación en ataque que habilitó una superioridad 3 contra 2 dejó mella en el ánimo de la defensa sanpera, que entraría en barrena en los minutos siguientes. En el segundo gol visitante, dónde también se reclamó fuera de juego, el atacante visitante remató de cabeza en plancha absolutamente solo en el segundo palo tras un saque de córner (0-2). Y en la jugada del 0-3, que llegó de penalti impecablemente ejecutado ajustadísimo al poste, un delantero se permitió el lujo de parar el balón dentro del área, irse de dos con una cabriola y encara a Iván antes de que Sergi pasara como un tráiler por encima de él. Tres goles en 11 minutos. Lo peor de todo: la sensación de que, de seguir así, al Sanpa le podía caer un carro.

Por suerte, la herida se cortó y se llegaría al descanso. Pocas veces anteriormente se había hecho tan necesario. En lo que llevamos de temporada, el Sanpa nunca había acabado los primeros 45 minutos más de un gol por debajo. Esta vez, eran tres.

En el segundo tiempo, todo lo que se vio fue un ejercicio de impotencia. El Sanpa tomó las riendas del partido, ya con Luís en la media punta en lugar de Raúl y George ofreciendo sus corrientes eléctricas por la banda izquierda. Sin embargo, este dominio resultó estéril, puesto que no se plasmó en ocasiones claras de gol. El portero visitante no se tuvo que ganar la internacionalidad. Todos los saques de esquina acababan en despejes y los saques de falta, en fuera de juego o faltas en contra. El arbitraje no ayudó en nada, más bien al contrario. La entrada de Iván por David no resolvió nada y el refresco final de Berni por un batallador aunque perdido Yeison aportó algo de intensidad pero tuvo poco efecto en el agotado y frustrado juego de ataque del Sanpa. Un ejemplo de esa frustración fue la expulsión de Andy, por doble amarilla, por una falta realizada en plena fase de mareo y movimiento de balón del equipo contrario.

El 0-4 fue más un regalo que un premio buscado con insistencia. El rápido saque de una falta próxima al área, discutible y origen de un apasionante debate de la defensa con el árbitro, le resultó rentable al equipo visitante, cuyo delantero se plantó completamente solo dentro del área cara a cara con Iván, al que batiría por bajo. Era el último minuto de encuentro y ahí sí que podía decirse “apaga y vámonos, que mañana será otro día”.

El pitido final fue la mejor noticia en una tarde en la que se pagaron caro los lapsus, en la que no salió lo que lo tenía que salir y en la que un equipo más compacto y claro con sus ideas se llevó una cómoda victoria gracias a una versión algo discreta, ramplona y mejorable del Sanpa, con mucha más competencia y capacidad de presentar batalla de las ofrecidas en este frustrante partido

Sergi 2 (2)

AUNQUE TENGAMOS DÍAS MALOS, LA MARCA «SANPA» ROMPE EL MERCADO

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