REMONTANDO.

No nos queda claro si es Networking o Speed dating, pero la cosa es que hay complicidad y ganamos

Este pasado sábado tocó picar piedra. Así llegó la trabajada victoria del Sanpa ante un rocoso Igualada, que solo cedió en la segunda parte ante la paciente e incansable persistencia local. Fue un triunfo de la fe y la constancia, no siempre debidamente gratificadas, ante un duro rival que se impuso en sendos enfrentamientos de la pasada temporada; y que, sin grandes alardes, puso las cosas realmente difíciles a los veteranos sanperos, que tuvieron que sudar de lo lindo para poder darle la vuelta al marcador y sumar tres nuevos puntos. 

Albert intenta explicar con palabras qué se siente cuando existe ese fuego interior que te impulsa a realizar una acrobacia.

A diferencia del anterior choque en casa contra el S.Buenaventura, esta vez no abundaron sobremanera las ocasiones de gol. Fue un partido dónde hubo que buscar las oportunidades, inventarlas y elaborarlas para, luego, tener el acierto de materializarlas. El conjunto de l’Anoia apostó por la solidez defensiva y por sus opciones en jugadas de estrategia de cara al ataque. Por su parte, el equipo de Sant Joan Despí se encontró con mucha posesión de balón que, en ocasiones, no le servía de mucho para trenzar buenas jugadas de ataque con las que amenazar  el marco rival. De hecho el tanto inicial, en la segunda vez que el Sanpa abre el marcador en esta temporada, llegó casi por accidente, en propia puerta, con un fuerte  despeje de un defensor que pretendía forzar un saque de banda y acabó enviando un balón envenenado en dirección a su portero que, con el sol de cara, se lo «tragó» y no pudo rectificar para impedir que traspasara la línea de gol (1-0. Min.13). Un tanto un poco surrealista que permitió al conjunto local avanzarse en el marcador.

Joan divisa el horizonte por donde una victoria asoma. Aunque le apunten los goles de Rafi a Germán.

El gol no cambió mucho el equilibrado panorama y, si bien el Sanpa no es que nadara en un abundancia de disparos sobre la puerta contraria, la portería de Rafa tampoco sufría demasiados apuros. Sin embargo, los igualadinos le darían otra vuelta de tuerca al partido cuando, con apenas dos jugadas, ambas a pelota parada, lograrían revertir el marcador y colocarse con una ventaja que les permitía centrarse en reforzar la retaguardia. Un libre directo, ejecutado unos metros por delante de la media luna del área, se convirtió en un misil que superó la barrera y entró pegado al palo derecho del marco sanpero (1-1. Min.23). Y poco antes del descanso, un saque de esquina botado raso hacia el borde del área pequeña encontró el remate a la altura del primer palo de un atacante visitante que, adelantándose a todos, haría subir el segundo al luminoso (1-2. Min.36), para desesperado disgusto de defensores y parroquianos sanperos.

Sergi reflexiona con Pedro sobre su gol: «Ser delantero se ha convertido en un oficio difícil. Pero es mejor que trabajar».

El Sanpa tuvo el empate antes de la media parte: primero con un remate acrobático de Albert que, sorprendiendo a defensa y portero dentro del área, se marchó fuera por poco; después, cuando Ramon metió un balón al área desde línea de banda para Reverendo que, escapando de la marca y adelantándose al portero, rematara por encima del larguero (min.43). No hubo acierto entonces, así que no habría más remedio que esperar al segundo tiempo para poder intentar la remontada. Algo que se haría de rogar y no estaría exenta de ciertos momentos de vacilación, ya que, durante muchos minutos, pareció que el muro igualadino, pese a sufrir con el ritmo y el acoso sanpero, lograba comerle la moral a un desacertado equipo local que no perdía la esperanza, pero no acababa de encontrar el camino. No obstante, a base de paciencia, se haría la luz de una de las maneras más clásicas y conocidas para todos aquellos habituados a la historia más reciente del Sanpa. Como en tantas y tantas ocasiones nos han hecho disfrutar en el pasado, la conexión Ramon-Rafi volvió a funcionar y estableció de nuevo el empate con el Maestro Fallado precisando el centro y el Maestro Díaz Turrillo remantándolo con poderío de cabeza (2-2. Min.69). Como los viejos rockeros que nunca mueren y siempre parecen resucitar cuando la melodía lo requiere.

Con la nueva igualdad devuelta en el marcador, llegó la liberación y el Sanpa acabó por desatarse. Ahí fue donde apareció Pauleta para, tras varias jornadas de insistencia, encontraría, con un disparo inverosímil casi desde la línea de banda izquierda, el gol que tanto estaba deseando. Amortinguando un pase de Sergi y sorprendiendo con un pepinazo casi sin ángulo cerca de la línea de córner, que superó al portero, golpeó en el poste largo y atravesó la línea de gol (3-2. Min. 72). Trabajado, luchado y, finalmente, éxito logrado.

Nuestros tertulianos platican sobre los principios de la termodinámica para explicar el gol de Pauleta

El último cuarto de hora fue una lucha a cara de perro, en la que el Igualada buscó el empate y el Sanpa logró aguantar bien la presión para amarrar lo que tanto le había costado conseguir. Solamente al final llegaría el gol de la tranquilidad de Sergi que, tras una gran jugada personal iniciada tras una pared con Polonio, arrancaría desde atrás para acabar finalizando con un disparo lejano por encima del portero que, adelantado, solo pudo ver cómo le superaba incalzable camino de la red (4-2. Min.89). Para quitarse el sombrero (aunque nos den ganar de estrangularlo cuando lo hacen en los entrenos).

Con el golazo de Sergi, no habría mucho más que añadir. Así, de esta manera, la UD San Pancracio obtuvo su tercera victoria  en esta Liga y obtuvo unos magníficos puntos que sirven para afrontar con optimismo el próximo derbi. 

 

[images cols=»five» lightbox=»true»]
[image link=»4308″ image=»4308″]
[image link=»4309″ image=»4309″]
[image link=»4310″ image=»4310″]
[image link=»4311″ image=»4311″]
[image link=»4312″ image=»4312″]
[/images]