GUANTAZO FINAL.

A veces se producen más atascos que en una huelga de taxis, pero salimos adelante

Descuento fatídico para el Sanpa, que se dejó dos puntos ante el Corbera cuando ya pasaban más de 5 minutos del tiempo reglamentario, de la manera más dolorosa posible: de penalti y con la expulsión de Cañadas.

Este desenlace puso fin a un partido repleto de alternativas que el equipo de Carri y Paco debió ganar aún cuando se vió por debajo en el marcador a los 23 minutos de juego (0-1). Inmenso trabajo, sobretodo en el segundo tiempo, para obrar una loable remontada, a base de insistencia, que hizo creer en un comienzo de segunda vuelta con victoria, con la balsámica utilidad añadida que debía de servir para olvidar el fiasco de la semana anterior.  No sería así, al final, ya que la exigua renta adquirida de cara al último tramo del encuentro permitió al Corbera creer en una postrera posibilidad de puntuar en Sant Joan Despí, y los peores augurios sanperos se harían realidad en un eterno tiempo añadido, en el cual el conjunto verdiamarillo sufriría el castigo de no haber sentenciado antes el partido.

Ya surgirán las luces entre tanta sombra.

Sin duda, una lástima para la Casa Sanpera, que arriesgó y buscó la portería rival de manera atrevida. Toni y Albert, en dos ocasiones, ya tuvieron la oportunidad de igualar el tanto inicial del primer tiempo, fruto de una gran jugada visitante, pero no sería hasta el minuto 50 cuando Carlos Bernier acertara, de una vez por todas, de cara a puerta para establecer el empate. Saliendo «La Rata» desde el punto de penalti, se dirigió hacia el primer palo a un saque de córner botado por Romero, y giró la cabeza para «incrustar» el balón en el fondo de la red cruzándolo hacia el poste contrario (1-1. Min.60). Todo un alivio que se convertiría en un estallido de alegría cuando Toni Mesa adelantara al equipo a falta de un cuarto de hora de la conclusión (2-1).

Sin embargo, el Corbera, que había demostrado cierto peligro a la contra cuando el marcador le era favorable, no bajó los brazos. Se intercambiaron los papeles y, en esta ocasión, fue el Sanpa el que, al no poder sentenciar, tuvo que resistir los coletazos finales. Se cumplieron los 90 minutos y se procedió a una angustiosa prolongación que acabaría resultado fatal para unos y beneficiosa para otros. A punto de señalarse la conclusión del encuentro, llegaría la jugada fatídica que supuso la expulsión de Cañadas y la pertinente pena máxima que supondría el empate final (2-2. Min.96). La remontada verdiamarilla moría en la orilla.

Aquí están flipando con el penalti pitado en el 95, pero creen que así se venden más periodicos.

Pese a este cierre más agrio que dulce, sin ese triunfo que diera nuevos ánimos de cara al inicio de la segunda fase de la Liga, el Sanpa deberá quedarse con los aspectos más positivos de este encuentro y  seguir su proceso de activación en este 2019. El próximo domingo, en Almeda, le espera otro partido complicado, en el que buscará un buen resultado a domicilio después de su sensacional victoria en Papiol, en el que fue su último desplazamiento del pasado año.