A pesar de las expectativas, creen que Amaia y Alfred lo harán bien en Eurovisión.

POCO QUE DECIR.

La visita del Sanpa a La Guardia no tuvo mayor historia que la de una soleada mañana en la cual no acabaron de salir bien las cosas. Nada que ver con el anterior partido, ante el líder, el Incresa Atlétic, al que se le hizo sufrir de lo lindo.  En esta ocasión, apenas se pudo ofrecer resistencia: el equipo local fue superior, sentenció en el primer tiempo y, si bien la mejoría verdiamarilla del segundo tiempo mereció al menos el gol del honor, los tres puntos en juego nunca peligraron para el actual segundo clasificado liguero.

No obstante, sí puede hacerse una pequeña objeción. Aún el riesgo de pecar de una visión excesivamente positiva u optimista, tampoco puede decirse que el conjunto de Sant Joan Despí llegara a hacer un partido para tirar a la basura. No. El equipo no salió ni despistado ni falto de tensión. Simplemente, se topó con un rival que juega de memoria, muy conjuntado y con una capacidad de desequilibrio en ataque, mimetizado por completo en su campo, realmente demoledora. A pesar de las advertencias de Carrillo de que los locales han marcado en los primeros minutos en sus últimos cuatro partidos de casa, el Sanpa no pudo evitar el mal fario y, a los 10 minutos, ya iba perdiendo 2-0. Dos llegadas espaciadas al área (eso sí, claras)que se habían convertido en dos goles.  No hicieron falta concesiones, ni regalos ni tampoco se produjo por avasallamiento. El primer gol vino tras un saque de banda del Sanpa que acabó en pérdida de balón y rápido contraataque; el segundo, tras generar otra superioridad de 2 contra 1 en el vértice del área y plantarse nuevamente mano a mano ante David Vega. Dos demostraciones de inteligencia táctica.

 

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Con la hipoteca que supuso ese marcador nada más comenzar, no es de extrañar que el resto del partido se disputara al ritmo que quiso el conjunto de Sant Vicenç dels Horts. El Sanpa fue un quiero-y-no-puedo y, si bien en la segunda parte, la mejora fue notable y permitió a los de Sant Joan Despí tener más tiempo la posesión del balón y la iniciativa del juego, sus ataques fueron como olas que chocaban una y otra vez contra un enorme muro rocoso. Una gran ocasión de Óscar Yeste, que puso a prueba los reflejos del portero, otra de Cañadas, que se marchó por poco y un par de Micki, que sacaron bajo palos, y Berni fueron merecedoras de algún premio mejor, pero la falta de «punch» que tuvieron unos, le sobró a los otros. Tal vez ahí se pueda observar el porqué de las diferencias en la clasificación de esta temporada.

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Más allá del resultado, hay que destacar el retorno de Victor Vega, que regresó a los terrenos de juego tras su traumática lesión en el mismo municipio aunque fuera en el otro campo (La Barruana) y los chispazos por banda de Carlos Romero, que regresó al equipo titular tras su largo periodo lesionado. Por lo demás, no queda más remedio que seguir trabajando para volver a sumar una nueva victoria con la que volver a la escalada positiva que se inició ante el Esparreguera Athlétic.