Triste tarde en Esplugues.
La visita de esta pasado y frío domingo al Salt del Pi ante el Krill-Can Cervera se saldó con una duro revés para un Sanpa que mereció más. El equipo de Esplugues supo sacar «petróleo» de los errores y el infortunio de los verdiamarilos, que se vieron hipotecados muy pronto, nada más comenzar, cuando encajaron un gol a los apenas 20 segundos de juego: saque de centro y un desplazamiento en largo hacia la banda derecha, buscando la espalda de la defensa, que sorprendió (inexplicablemente, ya que se conocía que el Krill hacía ese tipo de jugada) la retaguardia sanpera y a Manu a media salida, que solo pudo ver como la vaselina acababa en el fondo de la red (1-0).
Lo que pareció un accidente, y a lo que parecía que se ponía un rápido remedio, se acabó convirtiendo en una pesadilla. El gol de Josemi (1-1), que remató dentro del área pequeña un centro de Elias (min.15), y el dominio del Sanpa quedó en agua de borrajas cuando, antes de la media hora de partido, un desbarajuste defensivo permitió un doble disparo al portal de Manu; el primero fue rechazado de puños, pero el segundo, con un enorme hueco sin ningún jugador sanpero para despejar ni impedir un nuevo remate, acabó siendo una espectacular volea que entró por toda la escuadra de la portería (2-1).
Los verdiamarillos buscaron el empate, a veces con más corazón que cabeza y llevados por una ansiedad que empujaba a acciones precipitadas ante unos blanquiazuales que jugaron con inteligencia cerrando espacios. Cuando, tras la reanudación, el segundo gol del Sanpa estaba a punto de caramelo, con una presión y dominio constante, lo que llegó fue el tercero del Krill. Una contra, con una apertura a la banda izquierda rozando el fuera de juego, acabó desafortunadamente con Sierra empujando el balón en propia puerta cuando la defensa había conseguido replegarse (3-1). Un mazazo que no acababa de hacer justicia a la teórica superioridad sanpera, pero que, sin duda, premiaba el buen trabajo local.
Hacía frío y eramos pocos, pero muy valientes
A pesar de la rápida reacción, con gol de Elias de cabeza tras una magnífica ruptura de líneas y centro de Berni desde la banda derecha (3-2), la fortuna dio la espalda a los «juniors» del Sanpa. Lo intentaron de todas las maneras y no escatimaron esfuerzos, pero los «dioses del fútbol» permanecieron crueles (como todo el fin de semana) con San Pancracio. Un choque donde, tal vez por la enorme presión sufrida desde el minuto 1, no se pudo vislumbrar toda la calidad y el talento de los muchachos sanperos, que se vaciaron pero pagaron demasiado caro los errores. Pero que, de mantener la actitud luchadora, especialmente en la segunda parte, sin lugar a dudas mejorará seguramente su clasificación actual que, tras tres derrotas consecutivas, no hace justicia al nivel que tiene el equipo.
Comentarios recientes