AVASALLADOS
Terrorífica mañana en Corbera. El primer desplazamiento del equipo de Platas de esta temporada se saldó con una severa y aplastante derrota, de aquellas que te hacen preguntarte qué quieres hacer con tu vida. No resulta nada fácil asimilar semejante correctivo, fuera excesivo o no, especialmente con el afanoso trabajo que hasta ahora se ha ido realizando. El inapelable resultado final no dejó de ser un ejercicio de cruda realidad, en dónde un equipo más forjado, muy compacto y las ideas muy claras supo estomacar a otro menos versado, aún bisoño y en fase de maduración, que pagó muy caro cualquier desliz defensivo o rebaja de concentración e intensidad.
Para el Sanpa, una derrota en Corbera ante un rival decidido a recuperar la categoría que perdió la pasada temporada, era una posibilidad más que real. Sin embargo, es inevitable sentir cierto escozor al caer por por goleada, forjada en unos fatídicos 15 minutos de la primera parte, en los que se pasó del 0-1 y la posibilidad de ampliar el marcador a irse 5-1 abajo y con un jugador menos por la (merecida) expulsión del guardameta Juan «Coria». Fue un lapso de tiempo dónde no se pudo (o no se supo) cortar la «hemorragia» ante un Corbera desbocado e implacable, que fue sumando un tanto tras otro hasta que el equipo verdiamarillo logró volver a centrarse en el partido. El inexperto arbitraje, de respuesta lenta y casi evadido ante todos los lances del juego salvo los saques de banda más claros, no sirve de excusa ante una fase de desconexión colectiva, en los que este nuevo proyecto sanpero demostró que aún le quedan horas de vuelo para poder pilotarse en línea regular.
A pesar de todo, también pudieron verse algunos aspectos positivos. Incluso más allá del esperanzador comienzo de partido, en el que Rafa abrió el marcador de precisa vaselina tras recibir por el lado izquierdo un pase en largo de primeras de Peralta (0-1, Min. 6); o del golazo de volea de Kike (5-2, min.52), tras empalmar un balón perdido fuera del área después de que Grego intentara conectar de cabeza un saque de córner. Hay que valorar la respuesta de gran parte del equipo en el último tercio final del primer tiempo, cuando más desconcertado estaba. Y, especialmente, el trabajo realizado tras el descanso, jugando con 10 ante la apisonadora corberana, manteniendo la cabeza en el encuentro frente al aluvión de dificultades presentes. Era evidente que no sería nada fácil tomar la iniciativa en plena letanía de goles encajados, pero en los segundos 45 minutos se pudo ver otro partido y, con la entrada a los veteranos del A, Carrillo y «Rata» Bernier (otro experiementado, Trillo ya había entrado en el primer tiempo, cumpliendo su «amenaza» de jugar), el Sanpa ganó en compactación y no resultó un rival tan cómodo para los locales. De hecho, tras el segundo tanto de Kike,que alternó grandes chispazos con intermitentes apagones, hubo bastantes minutos dónde estuvo más cerca el tercero para los visitantes que el siguiente gol para los locales, aún cuando se quedaría constancia de que la contra corberana podía ser letal como una cobra. Fue un Sanpa algo más seguro y con un juego más fluido, en la línea de lo que podría convertir este prometedor grupo con el paso de los próximos partidos.
Respecto a lo menos positivo, sin duda, están los goles y la expulsión. Todo evitable. Concesiones a disparos desde lejos (en un campo pequeño, la lejanía es muy relativa), tolerancia con remates de cabeza dentro del área sin oposición, abandono de las marcas en la incorporaciones y superioridades rivales, lentitud de reflejos a la hora de ir a balones rechazados… Una mala mañana la puede tener cualquiera, pero hay errores que se pueden (y se deben) corregir. «Cuando existe voluntad, siempre hay un camino». También se puede trabajar para impedir (o al menos, dificultar), goles como los recibidos en el segundo tiempo, ambos llegados en rápidos contraataques calcados de desborde por la banda derecha: en el primero, tras regatear al portero sanpero (6-2, min.63) ; y en el segundo, a bocajarro dentro del área pequeña (7-2, min.85). En ambos, David Vega quedó prácticamente vendido. Por lo demás, la lesión de Jesús Heredia a los 20 minutos, que forzó a rebuicar en momentos complicados a Grego de la media al lateral, y la Roja a Coria, que obligó a retirar a Matteo, también aportaron su nota al apartado de» malas noticias» que acompañaron a esta sesión dominical.
Sin embargo, la vida sigue y este próximo domingo hay una nueva oportunidad de demostrar que este Sanpa tiene aún mucho fútbol que demostrar a pesar de los resultados. La visita del rocoso conjunto de Olesa de Bonesvalls es un nuevo desafío a afrontar en este complejo camino sin atajos que debe llevar a la forja de un gran equipo competidor. Del que, a pesar de la dificultades que tiene comenzar este trayecto prácticamente de cero, esperamos que no tarde mucho en dar dar alegrías a la «Parroquía Mansera» y disgustos a los mejores contrincantes a este lado del Llobregat.
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