Fútbol Mundial.
¡Realmente memorable! Increíble golpe de efecto del Sanpa, que se impuso contra toda lógica y ante el asombro más de extraños que propios al, hasta la pasada jornada líder, Sant Andreu de la Barca “B”. Una hazaña plusificada por haber sido realizada a domicilio y remontando dos goles de diferencia tras el descanso. Con este resultado, los Carri Boys no han podido comenzar de mejor manera este 2016, a pesar de que las circunstancias, una vez más, no eran las más propicias, y hubo que forzar la reaparición de Jona y Menacho para disponer de recursos suficientes en el “roster” y cubrir las numerosas bajas existentes en la plantilla.
Aunque el Sant Andreu contaba también con varias ausencias, su condición de máximo goleador del grupo 12 (57 goles a favor antes del partido, 32 más que el Sanpa) y su liderazgo de la tabla durante 11 de las 13 jornadas anteriores, le convertían en claro favorito para este partido. Un conjunto que supera una media de 4 goles marcados por partido y que solo en dos ocasiones había marcado menos de 3 tantos dice muchísimo sobre su potencial ofensivo. A lo que hay que añadir que es el cuarto equipo menos goleado. Ante estos argumentos, puede decirse que la victoria del Sanpa representa una proeza de un enorme mérito, en la línea de esos grandes e históricos partidos en los que hicieron sufrir y/o morder el polvo a excelentes equipos que posteriormente acabaron ascendiendo o quedaron en los primeros puestos de la tabla. Esta temporada, a pesar de una notable regularidad, el conjunto de Sant Joan Despí se ha estrellado con los equipos punteros (Incresa Atlétic, Esparreguera Atlètic, Atlètic Sant Vicentí, Eusebio Güell), por lo que se hacía necesaria una victoria de prestigio para demostrar que los “puretas sanperos” son todavía, a pesar de sus “edades de piedra” y sus compendiados recursos, capaces de competir con cualquier rival. Así que este resultado obtenido el pasado sábado resulta inestimable, ya que vuelve a dejar constancia, una vez más, que el Sanpa “aún está aquí”.
Aún con todo, el guión del partido pareció cumplirse según lo esperado. Con un juego rápido e intensapresión en campo contrario, el equipo local se mostró desde un inicio tenaz y amenazador. Pese a no disponer de ocasiones especialmente claras ante Muralla, generaba constante sensación de peligro, como resultado de un buen criterio en el manejo y movimiento de balón. El Sanpa pareció necesitar su tiempo de “acoplamiento”, a ratos lejos de la portería rival y con posesiones demasiado cortas. Juanito, Carri, Lucho… no acabaron de encontrarse cómodos en estos inicios: corrían mucho y tocaban poco. Lo positivo es que, de una manera u otra, la línea defensiva sanpera supo ir neutralizando los primeros ataques rivales, con un portentoso e infranqueable Pedro por la banda izquierda, y el trío cabecero de Rafi, Hensi y Sergi controlando el espacio aéreo. Por desgracia, cuando parecía que la defensa iba cogiendo mayor seguridad, llegaría el primer tanto del partido. Ironías del destino…
El 1-0 llegaría de una manera insólita e inusual: de gol olímpico. Un saque de esquina cerrado desde la derecha se fue envenenando hasta que Muralla, que reaparecía tras varios partidos de ausencia, topó con el poste y una lluvia de codos, brazos y antebrazos y, entre unos palos y otros, el balón se acabó introduciendo dentro del marco de la portería (min.10). No podía decirse que las cosas comenzaban demasiado bien.
Fuera genialidad o fortuna, la cuestión es que el tanto subió al marcador y eso pudo acabar de romper el equilibrio latente entre los dos equipos. No obstante, pese a la dificultad que supone darle la vuelta a un partido ante un equipo local con semejante potencial goleador, el Sanpa no se descompuso. En cierto modo, logró que, a pesar de su intensidad, rapidez y buen control del juego, el Sant Andreu no acabara de imponer una superioridad manifiesta. Inclus o incitaba a pensar que, de no haber sido por la acción puntual del gol, un empate hubiera reflejado mejor lo acontecido durante gran parte del primer tiempo. Quizá los diez minutos finales bien pudieron borrar de un plumazo ese pensamiento, ya que se repetirían un par de contras locales que dejaron en evidencia el repliegue defensivo verdiamarillo. Sin embargo, el equipo mantuvo el tipo y eso le permitiría más adelante mantener sus opciones de lograr algo positivo aún cuando el escenario se oscureciera y se sumiera en las tinieblas cuando la diferencia se incrementó a dos goles.
El Sanpa lo había probado con varios disparos desde fuera del área, con Yeison (min.4) o Carri (min.10) buscando portería. Otro tiro del “Mister Sanpa” pudo aprovecharlo Carlos tras un mal blocaje del portero, que se hizo con el balón de segundas cuando “La Rata” estaba con la caña preparada (min17). Incluso Juanito hizo volar al guardameta, la primera vez de ellas, para obligarle a enviar a córner un peligrosísimo libre directo desde la izquierda (min.25). Aunque no era un contínuo de jugadas de ataque, las opciones iban llegando para los dos equipos, pero la diferencia entre ambos estaría en la inapelable resolución que mostraron los cuatribarrados, sobretodo en la jugada de su segundo gol. Un contraataque auspiciado por un disparo rechazado de Carri contra la línea defensiva local, permitió ver un soberbio pase de interior en parábola hacia el número 14 del Sant Andreu que, tras ganarle la posición a Rafi, que procuraba no hacer penalti, y recortarle dentro del área, encañonó inclemente a Muralla para establecer el 2-0 en el luminoso (min.40).
El descalabro aún pudo ser peor. Otra contra muy parecida habilitaría una superioridad en ataque de 4 contra 1 (Pedrutti, en plan “Gary Cooper”) que acabó con Muralla salvando milagrosamente la papeleta al rechazar con las piernas el disparo definitivo dentro del área. Se rozó el 3-0, que posiblemente hubiera sido definitivo, de la misma manera que, en los últimos instantes del primer tiempo, también aparecieron las primeras pruebas de fe. Especialmente cuando Yeison empezó a avisar con aparecer para causar el terror en la defensa local. Dos galopadas por la banda izquierda, marchándose por velocidad de su marcador, hicieron aflorar la esperanza, si no de una hipotética remontada, al menos de estrenar el casillero. Especialmente en la última jugada antes del descanso, cuando llegó hasta línea de fondo, recortó hacia el corazón del área y su disparó acabó en el lateral de la red generando el efecto óptico del gol. El encuentro no estaba sentenciado todavía.
Por ese motivo, a pesar del resultado adverso, el Sanpa se serenó y afrontó el segundo tiempo procurando no cometer los errores cometidos en el pasado ante Incresa o Atlétic Sant Vicentí, rivales ante los cuáles también se iba perdiendo en el descanso y que acabaron ampliando el marcador de manera contundente. En este sentido, el trabajo fue impecable esta vez, ya que se logró cambiar el rumbo del partido y, aprovechando una bajada de revoluciones del conjunto local, el equipo se fue asentando en el campo. El juego se fue alejando cada vez más de las inmediaciones de Muralla, y se comenzaron a ver las primeras combinaciones entre los jugadores del Sanpa que, de una manera paciente, permanecieron a la espera de “buenas noticias”. Un tuya-mía de Luis y Carlos (min.49), con apertura del primero, centro del segundo y remate final, aunque algo flojo tras querer sortear al defensa, del propio Villarejo, demostró que algunas veces se llevan a cabo algunos ejercicios practicados en el entrenamiento.
Lo que vino a continuación sería un auténtico cambio de tornas de lo acontecido en Sant Feliu ante la Penya Blanc-Blava. En esta ocasión, fue el Sanpa el que lanzó a “comerse la merienda” del rival, y acabó devorándolo y dándole la vuelta al partido. El pistoletazo de salida fue un auténtico “Breaking News”: con Rafi dando salida al balón en el propio área, combinando con Carri y éste con Lucho al primer toque; que cede hacia atrás para Juanito, el cuál lanza un pase largo en profundidad a la banda izquierda para el carrerón de Yeison, que se marcha por hipervelocidad de su marcador con una conducción “Bale”, se planta en el área y deja a su derecha para que “Ratilla” Bernier establezca el 2-1 y recorte así la diferencia en el marcador (min. 60). Un golazo de bandera, de combinación, como hacía tiempo que no veíamos en la casa. Portentosa jugada y perfecta resolución.
Ahora, con el partido abierto, resultaba clave la deriva que podía traer el desconcierto del equipo local. Menacho entró para ocupar la banda izquierda por el inquieto “Hensin-Han”, que había ampliado su club de fans con los delanteros rivales y no le quedaba claroqué demonio pretendía poseerle; y, posteriormente, Jona saltó al campo con la idea de recordarnos lo mucho que le hemos echado de menos y cómo las últimas derrotas sufridas hubieran quedado comprometidas de haber estado él en el campo. Mientras tanto, el Señor de la Noche, el Dungeonlord de los “Roedores”, apareció para seguir reclamando su cetro de “Pistolero Oficial del Reino”. Tras una falta provocada por él mismo al borde del área, tras llevarse un palo monumental al intentar darse la vuelta, y pese a las dudas existenciales de Paco, “Ratilla“ Bernier elevó el esférico por encima de la barrera para hacerlo caer, ante la mirada atónita del portero, justo junto a la cepa del poste contrario, y reestablecer, de esta manera, las tablas en el marcador (2-2. min.69). Un gran gol que premiaba el buen juego del Sanpa y la inesperada indolencia del Sant Andreu en este segundo tiempo.
Los locales intentaron volver a reengancharse al encuentro, una tarea que se les complicaría sobremanera al quedarse con un jugador menos por una feísima entrada a ras de suelo. Con superioridad numérica y con una tendencia positiva (Paco incluso decidió sacrificarse y no salir para no romper la dinámica de camino al clímax), los verdiamarillos se encontraban ante una gran oportunidad de consumar una remontada algo inverosímil antes de la media parte. El círculo estuvo a punto de cerrarse con un tiro de Juanito a la escuadra derecha, tras una jugada que inició David para que Jona la condujera y la dejara justo en la media luna del área, al que respondió el guardameta local con una espectacular mano para enviar el balón a córner. Dignos de aplauso, tanto el disparo como la parada.
Cuando parecía que, con esa ocasión, se había desperdiciado el último cartucho, apareció una genialidad final propia de un maestro. La persistencia de David, que completó su segundo partido entero de esta temporada para castigo de su salud, insistiendo en realizar el centro desde la derecha después de que le taparan el saque de esquina, permitió a Lucho, al que le cayó el balón como santo al cielo, cerca de la arista del área pequeña, amortiguar el esférico realizando un sombrero y deshaciéndose de su marcador, y realizar un disparo de volea que pasó bajo el cuerpo del portero, golpeó en la base del poste y, con un prodigioso efecto, acabó introduciéndose dentro del marco rival (2-3, min.89). Si los dos goles anteriores habían sido sendos golazos, éste ya era lo siguiente.
Si la temporada anterior el Sanpa encajó, en este mismo campo en los últimos instantes del encuentro, un gol que le supuso la derrota por la mínima tras haberse adelantado previamente en el marcador, en esta ocasión le tocó disfrutar de la otra cara de la moneda. Con este gol de crack de Maese Villarejo, el conjunto de Sant Joan Despí se hizo con una importantísima y reconfortante victoria, que le permite mantenerse en la sexta plaza en la clasificación e iniciar con una moral renovada este año 2016.
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