PLANEANDO EN EL SURREALISMO.

Tras el nefasto partido de la semana anterior ante el Corbera, el Sanpa volvió a retomar aire para consumar su tercer desplazamiento consecutivo invicto, al lograr un empate «in extremis» contra La Plana en la noche de este último sábado invernal. Con el decidido ánimo de mejorar la imagen del equipo, la visita al Salt del Pi de Esplugues, no obstante, dejó cierta sensación agridulce, pues por un lado se evitó la derrota, algo inmerecida  y que hubiera afectado a la moral del equipo, pero, por otro, se desperdició una buena ocasión de lograr una balsámica victoria ante uno de los colistas, que, sin duda, hubiera revitalizado el espíritu y la confianza del entorno sanpero.

conexión PlanaNo puede decirse que fuera un duelo normal. En esta ocasión, al Sanpa no le faltó actitud y le puso toda la voluntad posible para hacerse con la victoria. Sin embargo, pagó cada fallo un precio casi astronómico, cediendo dos goles bordando el súmmum de los despropósitos. Lo intentó y lo intentó, buscando darle la vuelta al marcador cuando lo debería haber ido dirigiendo, errando lo más simple y acabando por encontrar el acierto de la manera más inesperada. Incluso el gol del empate final rozó el colmo del surrealismo, al que se le podía dedicar un biópic particular porque surgió fruto de un cúmulo de situaciones que bien podrían poner en jaque un mínimo de cordura dentro del staff técnico. Pero la cuestión es que, finalmente, se sumó un punto que premió, aunque fuera de manera parcial, la entrega que puso el equipo de Miguel, si bien la falta de automatismos y los bajones en el juego, hizo creer que solo los errores del rival podrían permitir sacar algo positivo de este encuentro.

GomezPorque mal se pusieron las cosas de buen inicio para el Sanpa. En la primera jugada del partido, nada más sacar del medio del campo, una sucesión de paredes cerca del área acabaron con un disparo raso y cruzado, que se colaría por la base del poste de la portería defendida por Vega (1-0. Min.1). Ningún jugador del Sanpa había tocado el balón desde el pitido inicial y los verdiamarillos ya iban perdiendo. Formando con una defensa de cinco. Y tres centrales (Paco, Hensi y Sergi, con Robert y Gómez por los laterales). Realmente increíble: ¿Esto era un gafe u otro suplicio de otro mal arranque? ¿No podían comenzarse las cosas de peor manera?  Fuera por mala suerte o por una falta de concentración, la cuestión es que el pesimismo comenzaba a diluviar sobre el banquillo visitante.

Se confió en una rápida reacción sanpera, con un gol que devolviera el breve equilibrio inicial y abriera la puerta a la remontada. Pero pasaban los minutos y el accidente permanecía sin subsanar. Carlos tuvo su primera oportunidad, a los 12 minutos, pero el remate se le marchó fuera. El disparo de Robert, reconvertido en carrilero, a los 20 minutos acabaría en la red… pero en el lateral. Solo un minuto después, un saque de córner acabaría con un nuevo chut del «magistrado» del Sanpa desde fuera del área, pero acabaría en manos del portero. Y cuando el arquero solo utilizaba los ojos, el balón tampoco entraba, como cuando «Deivid» Moyano hizo temblar el travesaño en un libre directo desde el borde del área, y su rechace cayó a pies de «La Rata», que tampoco logró dirigir el esférico hacia el interior de la red (min.30), .

Killbill-vol1-logo.svgSe llegaría al descanso con ventaja para La Plana, que, pese a sus limitaciones, trabajó a destajo por mantener el 1-0 y consiguió bloquear y frustrar por completo a un Sanpa en el que ni Guardia ni Carri lograban apenas mantener el balón y muchas de las jugadas acababan en pérdidas y pases fallidos. La entrada de los jugadores del B, Kike y «Kill Hill», daría una nueva dimensión y dinamismo al ataque verdiamarillo. De esta manera, un gran centro desde la izquierda de Joan lo acabaría rematando de cabeza, al más puro estilo «panzer», Albert, superando en el salto a su marcador dentro del área y acribillar al guardameta local (1-1, min.73). Golazo y más de un cuarto de hora para certificar la remontada. Poco después, Carlos se toparía con el portero, al recibir dentro del área, en otra gran ocasión que hizo creer de nuevo en la victoria.

Sin embargo, una cagada garrafal en forma de mala cesión al portero desde la banda acabaría volvería a poner por delante a La Plana, ante la mirada atónita e incrédula de los presentes (2-1. Min.80). Con todo lo que había costado empatar y disponer de la posibilidad de obtener el triunfo en un partido de duro trabajo en la espesura, tocaba empezar de nuevo. Restaban diez minutos, más descuento para el final, y los espluguenses iban a defender como espartanos. Habría que sudar cuando las fuerzas no iban demasiado sobradas.

La historia del tanto que supondría el 2-2 también tendría su miga. Comenzaría antes de ese ataque en tromba del Sanpa, acorralando a los locales dentro de su propia área a base de varios saques de esquina y de banda, que daría pie al mismo.  Aleix, portero del equipo gran parte de la primera vuelta hasta que dramáticas circunstancias personales le impidieron alinearse con regularidad después de enero, se ofreció a seguir aportando al equipo… como jugador de campo. La presencia del guardameta del B, David Vega, garantizaba un portero de garantías, pero se esperaba que se repartieran media parte cada uno. La inesperada alegación del portero santboiano de que no se veía psicológicamente preparado para la responsabilidad bajo palos fue un shock, por lo que ya no se esperaba su participación para este partido. Sin embargo, insistió en permanecer en el banquillo, por otro lado tampoco sobrado de efectivos, por si se producía alguna lesión.  Casualidades del destino, a falta de 5 minutos para el final, en plena búsqueda del empate, el veloz Gómez tuvo un tirón muscular y pidió el cambio. El Sanpa no podía permitirse en ese momento jugar con uno menos, así que otro Gómez (Aleix) ocuparía su lugar en el lateral derecho.

Minuto 88. Saque de córner, centro de Joan desde la izquierda a un área poblado de jugadores de ambos equipos, el balón se pierde en una marea de piernas, «Kill Hill» desvía hacia portería y, tras impactar en el poste, Aleix envía el fondo de la red (2-2). Verlo para creerlo. Desesperación entre los rojillos y alegría verdiamarilla que no daba crédito a la carámbola que se acababa de producir. El empate, sin duda merecido, había llegado de una manera tan sufrida como estrambótica.

el-fary-vive-cartelPese a la enorme presión final, el marcador no se volvería a mover. A pesar de los arreones finales, el empate a dos permanecería inamovible, dejando insatisfechos a ambos conjuntos: a los locales, porque vieron la victoria muy cerca; y a los visitantes, porque por iniciativa y recursos, deberían haberse hecho también con el triunfo, si bien es cierto que sintieron la derrota muy cerca. La próxima semana, el Sanpa visitará Torreroja para enfrentarse a la Montserratina. Esperemos que no haga tantas concesiones como en Esplugues, porque el equipo de Viladecans dificilmente permite épicas y extrañas remontadas.