POCO CLARO, DEMASIADO OSCURO.

El Sanpa no dio con la tecla adecuada

Dura derrota en La Guardia de un Sanpa que pagó muy caros sus propios errores, para caer con cierta inocencia por un contundente y doloroso resultado que no se ajusta al presumible nivel real de ambos equipos.

No fue una buena tarde para el equipo de Sant Joan Despí. Su inicio prometedor, donde buscó la portería contraria sin mucho acierto, quedó emborronado por el 1-0, un regalo en toda regla tras un falta de comunicación en un balón dividido, que concluyó con un mano a mano de un atacante local ante Pani, que sería superado en su salida. En lo que estaba siendo un duelo bastante cerrado, sin excesivas ocasiones claras de gol, ese tanto fue un duro golpe para los verdiamarillos, que se vieron obligados a ir a remolque el resto del encuentro ante un rival muy bien agazapado atrás.

Partido digno de una novela negra

A pesar de la presión ofensiva y una mayor posesión, las acometidas sanperas se topaban una y otra vez ante la defensa contraria, muy bregadora atrás y capaz de tapar todos las oportunidades de disparo que pudieran surgir cuando los atacantes visitantes llegaban a las proximidades del área. Por si fuera poco, tampoco ayudaron en nada ciertas decisiones arbitrales muy discutibles, como un claro penalti no señalado sobre Marc, cuando había sorteado a varios defensores. A pesar de ello, la insistencia tendría premio y, en las postrimerías del primer tiempo, un saque rápido de Ricard para su hermano permitió sorprender a la retaguardia local, para que «Killer» Teruel estableciera el 1-1 justo antes del descanso. Disparo seco, dentro del área, que ponía algo que justicia en el marcador, aunque solo fuera por ganas.

Triste tarde para el fútbol

Lamentablemente, a inicios del segundo tiempo, cuando más cómodo se encontraba el equipo, llegaría la doble expulsión, una por cada equipo, que acabaría desestabilizando y perjudicando al conjunto sanpero. El duelo, que había contado con demasiados gestos feos con la connivencia arbitral,  se volvió todavía más enfunfurruñado y eso acabó pasando factura. Tras el parón, el equipo local supo leer mejor el encuentro, aprovechó mejor los espacios en el campo y sacó tajada de su velocidad y calidad en ataque. En una contra, La Guardia generaría una superioridad numérica al ser más rápida en la transición y establecería el 2-1 que sentaría como una jarra de agua fría entre las filas verdiamarillas.

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A pesar de que Reverendo pudo haber aprovechado una indecisión entre defensa y portero, y acabó con el balón muerto dentro del área y todos por los suelos, el empate no llegaría. Más bien al contrario, otro rápido contraataque con un balón filtrado al espacio acabaría con el penalti que significaría el 3-1. Y otra nueva contra, poco después, con las líneas sanperas completamente adelantadas, supondría el definitivo 4-1, que castigaría, de esta manera, los riesgos defensivos de un Sanpa muy tocado, que tampoco consiguió estar efectivo en ataque. Una lástima, porque los jugadores verdiamarillos le pusieron corazón y hicieron un notable desgaste físico, pero, lamentablemente, no encontraron su mejor versión.

Tras esta tarde-noche aciaga, no queda más opción que levantar la cabeza, descansar en la pausa en el calendario y prepararse a conciencia el próximo derbi ante la UE Sant Joan Despí, en lo que será un duelo histórico y muy emotivo, que esperamos que todas las partes disfruten como buenamente se merece una ocasión tan especial como ésta.