Sobrecarga en la Red

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Se aguantó hasta que se fundieron los plomos. Un año más, como viene siendo terrorífica costumbre en la víspera de la noche deHalloween, el Sanpa se encontró con el peregrino Fantasma de la Decepción al sufrir un nuevo “truco” que llegó en forma de terrorífica goleada en un aciaga y espectral tarde otoñal. Con bajas importantes, a las que se sumarían al final del primer tiempo las de “Gable” y Javi Mendez por lesión, el equipo verdiamarillo mantuvo la línea de flotación y permaneció dentro del partido siempre que las fuerzas lo permitieron, pero a la postre no pudo evitar ahogarse en ese abismal y enloquecedor océano en el que se convirtió el enorme campo de Esparreguera. El Athlètic, por su parte, sacó provecho de sus mejores virtudes, y como depredador al acecho de su víctima, supo esperar pacientemente el momento adecuado antes de dar sus golpes de gracia, en forma de letales hachazos que acabaron por desangrar a un desfondado Sanpa.

Una de las claves del encuentro fue la condición física de los locales, superior hasta el punto que no dudaban en ir a presionar en campo sanpero y su rapidez y anticipación en las acciones de juego fue en aumento a medida que avanzaba el cronómetro. Los inicios, en cambio, fueron muy igualados. El primer aviso lo dio el Sanpa con una doble oportunidad a los 10 minutos, cuando Javi, que desquició a su marcador mientras estuvo al 100%, abrió con Carlos una brecha por la banda izquierda. Raúl acabó disparando desde la media luna del área, obligando a intervenir al portero local, y el rechace hacia la derecha tampoco lo aprovechó David, que envió el balón a la red pero por el exterior.

Una falta lateral sobre Javi dio origen al 0-1. Se rozaba el cuarto de hora cuando Juanito envió un balón pendenciero al área, un defensor peinó hacia atrás y, tras golpear el poste, la “Ratilla” Bernier “apareció” por ahí para recoger el rechace y empujar el esférico hacia el fondo de las mallas. Sin duda era una buena noticia: la temporada pasada, en 180 minutos no batió ni una sola vez la portería del Esparreguera Athlétic. Y en apenas 15 minutos, el Sanpa no solo se adelantaba en el marcador, si no que apenas sufría apuros y mantenía el control del partido.

Pero fue entrar en el ecuador de la primera parte y las cosas comenzaron a cambiar. La posesión de balón pasó a tener un color mayoritariamente verde, con los locales lanzando diagonales hacia los laterales, buscando la espalda de la defensa, y presionando la salida de balón del Sanpa. Como en estático, la zaga verdiamarilla cerraba bien el espacio, gracias a la labor de Barceló y Juanito y el buen juego aéreo de Rafi y Hensi, los locales dirigieron el juego a los laterales del área, intentando la ruptura con acciones individuales y cambios de juego de un lado a otro. De esta manera, en una jugada iniciada cerca del córner, uno de los atacantes se fue de Rafi y Menacho a base de túneles y rechaces, y su pase en corto al borde del área pequeña acabó con un disparo cruzado que se estrelló en el palo (min.25). Y dos minutos después, una acción parecida desde la línea de la otra banda, la izquierda, obligó a Muralla a hacer un paradón a dos manos a un disparo al borde del área. En el 28, el crédito ya se agotó: ataque local por banda izquierda, rápido movimiento de balón, se genera un superioridad numérica y el número 20 del Esparreguera que tiene tiempo para orientarse el balón con el pecho en el arista del área y lanzar un disparo cruzado imposible para Muralla, con el balón  impactando ligeramente en el poste y alojándose en el fondo de la portería (1-1).

El Esparreguera Athlètic pudo haberle dado la vuelta al marcador dos minutos después, cuando el árbitro señaló como pena máxima una falta de Paco dentro del área, que metió el cuerpo para impedir el remate en otro balón errante llegado desde el flanco derecho. Muralla adivinó la dirección del disparo y envió el balón, a media altura junto a su poste derecho, a córner. El marcador no se movió.

Con el empate, el partido se mantuvo abierto hasta el descanso, con opciones para ambos equipos. El Sanpa tuvo dos: primero con una escapada de “Álava” Menacho acabó en un centro al que no llegaría Carlos y cuyo rechace en corto envió Raúl por encima del larguero (min.38); después, cuando un saque de esquina dejó a Rafi, en el segundo palo, con el balón demasiado atrás y su disparo de vueltas y en cuchara fue a parar a manos del portero (min.39). Poco después, en otro córner pero en el área contraria, un delantero del Esparreguera estrellaría su acrobático remate en el larguero antes de que Barceló despejara el peligro cerca de la línea de gol (min.41).

Las lesiones de Javi, sustituido por Iván, y Paco, que dio entrada a “Pedrutti” Porras, obligaron a mover banquillo tras la media parte, pero el cambio sustancial se produciría a los 15 minutos de la reanudación. Barceló pasó a acompañar a Rafi en el eje de la defensa, y los dos refuerzos del B, Abel y Txesco, intentaron reforzar un mediocampo tan inédito como experimental. Para entonces, el Esparreguera ya se había adelantado en el marcador, cuando consiguió filtrar un balón en profundidad en la línea defensiva sanpera, lenta en el fuera de juego, que dejó un mano a mano ante Muralla, que fue superado en la salida (min.60). Y con la tranquilidad de suponía disponer de ventaja en el marcador, simplemente se dedicó a esperar la aparición de espacios en la retaguardia visitante.

Con el ataque sanpero sumido en la inoperancia, corriendo y yendo a remolque, Carlos olvidado y “Sonámbulo” Ortiz con la luz de la reserva encendida,… el paso de los minutos se convirtió en un suplicio. Otro balón en largo buscando la espalda de la defensa acabó con un rechace corto de Rafi, que dejó el balón muerto al borde del área y con Muralla fuera de sitio y la portería desguarnecida a la espera de un 3-1 que dificultaba el optimismo de cara a la remontada (min.66).

Si bien, con la bajada de intensidad de los locales, el Sanpa tuvo algunos momentos en los que pudo jugar el balón e intentar generar peligro sobre la portería rival, todo intento acabó siendo estéril. Sin juego por bandas, los argumentos ofensivos sanperos se redujeron a alguna galopada de Menacho o alguna jugada a pelota parada. El definitivo 4-1, a falta de 5 minutos para el final, tal vez fue un castigo excesivo. Originado tras una nueva contra de manual “recuperación y  desplazamiento en largo al espacio”, fue resultado de la impecable ejecución de un penalti provocado por una lluvia de piernascansadas haciendo lo posible por frenar varios recortes dentro del área. Una pesadillesca guinda de amargura para los verdiamarillos, superados por un Esparreguera Athlètic muy superior en el segundo tiempo, especialmente en el apartado físico, confiando que éste haya sido un simple traspiés del cual tocará resarcirse, en ánimo de mejorar la actual y meritoria séptima plaza en la clasificación y recuperar las buenas sensaciones que acostumbran a acompañar al equipo cuando esta fino.