ARRASADOS.
Rapapolvo en Esparreguera. Mala tarde del Sanpa en su segundo desplazamiento de la temporada ante uno de los conjuntos con mejor ataque de la competición, que apenas tuvo compasión del equipo de Sant Joan Despí, que presentó batalla de manera muy voluntariosa pero, a la postre, estéril.
La diferencia de experiencia entre unos y otros tardó muy poco en hacerse notar. Los «verdinegros» no tardaron en sacar tajada de sus poderosos recursos ofensivos. Apenas se había iniciado el encuentro, un libre directo cerca del área sanpera fue perfectamente ejecutado, entrando por toda la escuadra del Óscar, debutante en partido oficial (1-0. Min.3). Y, a partir de ahí, la táctica de veterano de «nadar y guardar la ropa» funcionaría con tal efectividad que, pese a tomar la iniciativa el Sanpa, dos contraataques por pérdidas de balón, perfectamente ejecutados, permitían colocar el marcador en un 3-0 antes de la media hora de partido, para enorme lastre sanpero.
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Con el partido tan cuesta arriba, no puede dejar de valorarse el coraje del equipo, que no cesó en su empeño en buscar ese gol que le metiera en el encuentro o, al menos, aportara algo de decoro a a un marcador que, si bien no fue injusto por la superioridad del equipo local, sí resultó cruel con los esfuerzos visitantes. El 4-0 antes del descanso era un castigo algo excesivo, teniendo en cuenta en que no se perdió la cara en ningún momento a pesar de las numerosas bajas para afrontar el partido.
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La lesión de Raúl, malparado por la caída de un rival encima, y la de Jaume por un tirón, al poco de iniciarse el segundo tiempo, limitaron aún más las opciones de remontada. Pese a no tener recambios, los muchachos de Sant Joan Despí mantuvieron el tipo y lo siguieron intentando hasta el final, sin bajar los brazos. Otro gol de libre directo por la escuadra y un último coletazo en el tiempo de descuento, acabarían sellando un abultado resultado final que debe servir de lección, tanto para ser conscientes de lo difíciles que pueden ser algunos de los rivales de este grupo, como para tomar conciencia de que queda trabajo por delante.
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