El equipo de Veterans Levante-Las Planas inscribió su nombre como vencedor de la décima edición del Trofeo Carrasco, al imponerse en la final disputada contra el conjunto inglés de los Black Sheep,  tras  una apasionante tanda de penalties que sirvió para resolvier el empate sin goles con el que concluyó el tiempo reglamentario.

Esta final puso fin a un emocionante torneo que, en su décima edición, contó con tres equipos de Sant Joan Despí (dos de ellos de la propia UD San Pancracio) y el reciente subcampeón de la BIFL –Barcelona International Football League, y pudo haberse resuelto con cualquiera de los cuatro equipos como vencedor de la competición. Igualdad casi total, sufrimiento compartido bajo el intenso calor de este pasado 10 de junio, y goles que valieron cada uno su peso en oro, en conjunción con unas actuaciones estelares por parte de los porteros de los cuatro equipos, cuyo papel destacado se hizo notar especialmente en la Campo Municipal del Barri Centre – Casc Antic de Sant Joan Despí.

El sorteo deparó que el duelo que serviría de inauguración sería el que enfrentara a San Pancracio A, dirigido por Carri, y al Black Sheep. El conjunto local, con muchas caras nuevas con respecto al equipo que acabó la Liga en Cuarta Catalana, mostró un enorme espíritu competitivo al plantar cara ante un oponenente mucho más compacto, que no dudó en tomar el control del juego desde buen inicio, aprovechando su mejor condición física. En un auténtico ejercicio ajedrecístico, solamente una jugada de estrategia, a tres minutos para la conclusión, acabaría por decidir el encuentro: un libre directo al borde del área, cuya magistral ejecución con golpeo con el exterior acabó con un golazo por toda la escuadra de la portería sanpera.

Cualquiera de los dos equipos pudo haberse llevado el gato al agua. El Sanpa salió con decisión de buen inicio, con combinaciones que buscaban la referencias en punta, y cerca estuvo de sorprender a la defensa “sheep”. Una vaselina de “La Rata” Bernier, que se marcharía demasiado desviada siempre quedará para el recuerdo de cómo habría podido cambiar el destino. Un mano a mano de Guardia ante el portero, tras una magnífica combinación con Lucho y el propio Carlos, también pudo haber adelantado al equipo local, algo que, a la postre, hubiera sido casi definitivo. Gómez tampoco acertó otra gran jugada.De la misma manera, el conjunto inglés dispuso de una clarísima ocasión, también con vaselina sobre el portero, que golpeó en el poste e hizo un bote extraño hacia afuera, que permitiría al reaparecido Óscar despejar lejos.

Una oportunidad a pelota parada, prácticamente en los instantes finales, sería la que pondría fin a las aspiraciones sanperas y rompería el enorme equilibrio entre dos contrincantes que supieron controlarse muy bien mutuamente. De esta manera, el Black Sheep avanzaría a la final (1-0) y la UD San Pancracio quedaba bajo la responsabilidad de su “B” si quería seguir aspirando a obtener el trofeo Progreso Carrasco, que por tan poco se le escapó el año anterior ante el Albirex Niigata.

El segundo finalista, por su parte, iba a salir del encuentro entre la UD San Pancracio “B”, dirigido por Juan Platas, y los Veterans del Llevant-Les Planes. En esta ocasión, la igualdad en el marcador solo se podría romper con los pertinentes disparos desde el punto de penalti, tras concluir el partido sin ningún balón recogido desde el fondo de la red. No sería porque no hubiera oportunidades, porque durante el encuentro ambos equipos las tendrían de sobras para haber batido el marco rival. Es más, incluso se contabilizaron más que en el partido anterior, pero las defensas estarían muy efectivas en los repliegues y los porteros realizarían unas actuaciones soberbias.

El equilibrio y la falta de acierto ofensivo sería tal que no habría otra opción que una tanda de penaltis para dilucidar el rival de los Black Sheeps en el duelo final por el Carrasco. En este sentido, la experiencia sería un grado que favorecería sobremanera al conjunto de Las Planas, que resultaría vencedor en esta pugna desde los 11 metros gracias a la espectacular actuación de su guardameta, que detuvo 3 de las 4 penas máximas ejecutadas por los mejores chutadores sanperos. Así pues, otro año más, las vitrinas del Sanpa quedarían huérfanas del trofeo de campeón.

Con cierto sabor agridulce pero con la pasión que despierta un derbi, los equipos A y B del Sanpa tendrían que disputar el partido de consolación para decidir quién iba a ocupar el tercer lugar del podio. Como si quedarse sin jugar la final no fuera ya lo suficientemente ingrato, tener que afrontar un segundo partido consecutivo sería para el equipo de Platas de una aspereza suprema, especialmente ante un rival que, además, conoce bastante bien sus virtudes y sus debilidades. Aunque, en el calor de la tarde, se les haría muy largo este encuentro a ambos equipos, pasaría sobretodo factura al San Pancracio B, cuyo control del juego de poco serviría ante la verticalidad y la definición del San Pancracio A.

Un gol de “La Rata” Bernier, al resolver magníficamente un mano a mano ante David Vega tras una gran combinación del triángulo de ataque Asanpero, empinaría aún más el camino para unos, a la vez que lo allanaría para otros, puesto que los dos porteros volverían a ser protagonistas. Xavier Capdevila, que no pudo disputar el primer encuentro, mantuvo imbatible su portería, haciendo estériles los esfuerzos Besanperos de lograr un empate, al que pudieron aspirar hasta el final gracias a las grandes intervenciones de David ante las peligrosas contras de los Carri-Boys.

El gol de Gómez (0-2), tras una espléndida jugada por la banda derecha casi al final, recortando y cruzando el balón en dirección a la red, sería el garrotazo final a un B que, como el A, acabó por vaciarse por completo para cerrar satisfactoriamente una notable temporada. Memorable esfuerzo y buen papel a pesar del resultado.

La traca final, una vez terminado el derbi, llegaría con la final del torneo que, por tercer año consecutivo, iba a decidirse desde el punto de penalti. El duelo entre los Black Sheep y los Veterans del Llevant-Les Planes manifestó desde buen inicio que no iba a ser un partido de cara a la galería, si no que iba mostrar a dos equipos con la determinación absoluta de ganar. Ambos querían entrar el “Olimpo de los Vencedores” y para ello iban a luchar hasta el final, buscando la portería contraria con inteligencia y evitando hacer cualquier concesión inocente.

Aunque las oportunidades acabarían llegando, una vez más, como durante toda la tarde, los porteros volverían a tener un papel destacado, aportando una seguridad que iba a mantener la fe de sus respectivos compañeros en pro de una victoria que premiara su tesón y empeño a lo largo de la competición. Sin embargo, el ganador solo podía ser uno así que, al no moverse el marcador ni en un sentido ni el otro, el elegido tendría que salir del desempate: aquel que se mostrara mejor, ejecutando sus disparos desde el punto de penalti.

De la misma manera que en la semifinal, el veterano guardameta del Levante se agigantaría para convertirse en la figura determinante del éxito del conjunto de Las Planas. Si ante los jóvenes del Sanpa, había sido clave al atajar el 75% de los lanzamientos, en la final volvería a sumar tres paradas más, dando la victoria a este grupo de veteranos liderados por su directivo, el “exsanpero” Pauleta, y el propio presidente de la entidad, Sebastián Cañas, que si bien han acabado alzando el título sin ganar ningún partido ni marcar ningún gol durante el tiempo reglamentario, también se han hecho merecedores por no haber sufrido ninguna derrota ni haber encajado gol alguno.

Así pues, el vencedor de este X Torneo Progreso Carrasco ha acabado siendo el equipo de Veteranos de Levante-Las Planas, lo que supone que, almenos, el trofeo se “quede” en Sant Joan Despí. Por ese motivo, no pudo ser más adecuada que la entrega del título corriera a cargo del concejal de deportes del consistorio, Ferran Liesa, con el que se puso fin a una nueva edición de este evento futbolístico que, durante unas cuántas horas, sirve para difrutar de una jornada que combine localmente (e internacionalmente) deporte, hermandad y familia. Así mismo, también se aprovechó la circunstancia de rendir un modesto homenaje al expresidente de la UD San Pancracio, Antonio Baena, y a Antonio “El Ciego”, cuya labor por el club dentro del municipio es de aquellas que, de ninguna manera, se podrían pagar con dinero.

Nos vemos el próximo año.