A seguir trabajando.

La mejora que se vislumbra, semana a semana, en este Sanpa B ha resultado insuficiente este pasado domingo para puntuar en Cervelló, donde un sólido equipo local acabaría imponiendo su mayor veteranía y contundencia en ataque para hacerse con el partido y llevarse los tres puntos en juego.  Aunque hay aspectos a mejor, siempre, poco puede reprocharse a los Carri Boys. No hicieron un mal encuentro, sin dejar a aspirar a nada, pero probablemente les faltó ese puntito de experiencia que permite, gracias a los pequeños detalles,  hacerse con una victoria cuando el duelo está tremendamente equilibriado.

Los jugadores comparten sus experiencias relativas al fin del ciclo de Scorpio y la inminente influencia de Sagitario

El conjunto local inició el partido con mucha intensidad, buscando la portería de David Vega con un juego vertical y apoyado en un nutrido medio de campo que reclamó una puesta en escena de cierta exigencia física. Eso no amilanó al Sanpa, que dio una muestra de mayor madurez al sobrellevar bien ese tanteo inicial donde se puede ponerse cuesta arriba el encuentro, e impedir que se repitiera lo acontecido en los anteriores desplazamientos, ante Esparreguera Atlétic e Incresa, en los cuáles, al poco de comenzar, ya se había encajado el primer gol. Al contrario, una vez superada esta fase inicial, la medular sanpera fue capaz de carburar y deleitar al personal con sus primeras combinaciones en el medio del campo, mostrando que tenía más capacidad de creación de juego que su rival y que no iba a renunciar a ella.

Tal por ello, sería una lástima que el primer gol cayera del lado local. Llegó cuando el equipo comenzaba a tener el control en la media, con un Yeste omnipresente, Victor Vega dirigiendo las operaciones y Trillo manejándose como un chaval de 20 años. El tanto vino por un desbarajuste puntual, tras un rápido saque de banda y un rebote, la defensa sanpera sería sorprendida por el flanco izquierdo, donde habilitaría un dos contra uno y el disparo a bocajarro y casi sin ángulo dentro del área pequeña, que entraría por la escuadra de un impotente David Vega (1-0. Min.22). A veces, con un desliz, te hacen pagar una hipoteca.

Reyes fue amonestado por exceso de decibelios, pero alegó que el problema estaba en el campo, que era muy silencioso.

Al ser un partido sin excesivas ocasiones, el grado de acierto en ataque y la contundencia en defensa acabarían siendo determinantes. Aunque a la retaguardia sanpera le faltara un poco de expeditividad en ciertos momentos, no puede obviarse el monumental e incansable trabajo que realizaron Raúl y Cañadas, central para la ocasión, y la constancia y sacrificio de Reyes y Guille. Aunque los balones aéreos sean una asignatura pendiente, para todo los demás se peleó en todas y cada una de las jugadas. No se pueden plantear muchas quejas: el equipo supo competir e incluso tomar el control del medio del campo. Únicamente le faltó hacer llegar el balón al fondo de la red rival. Allí estuvo la diferencia entre unos y otros.

Porque, a diferencia del Sanpa, el Cervelló sí  que vio portería. A los ocho minutos del segundo tiempo, tirando de fuerza y fortuna, un balón que superó a trompicones la línea defensiva dentro del área, quedó muerto al borde del área pequeña para que David Vega fuera acribillado por alto (2-0). La falta de contundencia defensiva a la hora de despejar el balón volvió a ser un pecado capital, ya que los rebotes no sería generosos con la defensa verdiamarilla y acabaría suponiendo este segundo gol, que ampliaba una desventaja quizá algo desmerecida.

Pero sin gol, no se pueden remontar los partidos. A pesar del contratiempo de la lesión de Gerard Farré, la opciones para darle la vuelta al resultado se mantuvieron latentes prácticamente hasta la recta final. Toni Mesa cabeceó un saque de falta por encima del larguero, en lo que hubiera devuelto con rapidez la emoción en el marcador (min.58). Micki también la tendría dos minutos después, pero su disparo acabaría en manos del portero. Y esto no sería nada comparado con las oportunidades que se desaprovecharían poco después, de auténtico mal fario. Porque lo que vendría a continuación sería para tirarse de los pelos: jugada del propio Micki por la izquierda, el centro raso al primer palo al que llega Pazo escapándose de su marca y adelantándose al portero, y el esférico que pasa veloz por debajo del cuerpo del guardameta, directo a la red, hace un extraño efecto hacia afuera, para marcharse apenas unos milímetros por línea de fondo y generar suspiros de alivio en el conjunto local (min.67). Increible, pero cierto.

A pesar del resultado, Carri hace ver que la incorporación de Coutinho no es necesaria.

No sería la única, ya que una magnífica triangulación en la línea de medios, de auténtico tiki-taka, daría la oportunidad a Vega de marcar su primer gol de la temporada. Yeste, Toni, dejada al borde del área, y el joven medio de Las Planas que busca ajustar el balón al poste contrario del portero, que solo puede mirar como pasa inalcanzable ante sus ojos, hasta volver a recuperar aire al ver que toca el palo por el exterior antes de marcharse fuera (min.75). Las dioses olímpicos del Gol estuvieron especialmente tacañas en esta noche con las promesas sanperas.

Sin más fortuna que la que ausente hasta entonces, el Sanpa no encontraría la senda del empate. A pesar de la gran aportación de Álvaro, Jesús y Xavi en el segundo tiempo, el marcador no concedería premio alguno al gran partido realizado por el equipo en Cervelló, pero dejaría, almenos, algunas lecciones positivas que dan motivos sobrantes para seguir creyendo que este grupo hará un excelente papel esta temporada.