DEBACLE.

Cuando te meten cuatro goles en los cuatro disparos a puerta que recibes en 60 minutos.

De auténtica pesadilla en la cocina. Un irreconocible Sanpa cayó con estrépito en el Salt del Pi, en lo que, sin duda, fue el peor partido de la temporada. De ello se encargó la mejor versión de un efectivo Can Clota que, tras un flojo comienzo de temporada, lleva encadenadas tres contundentes victorias seguidas y acabó dando cuenta del enrevesado momento por el que atraviesa actualmente el conjunto de Sant Joan Despí, que suma ya siete partidos sin conocer la victoria.

Cuesta mucho comprender cómo se produjo semejante fiasco para los verdimarillos. En dos tramos de cinco minutos, cada uno en el primer tramo de cada parte, el equipo se quebró de una manera inexplicable. Tras un inicio prometedor, llegó el mazazo en torno al mimuto 20: dos goles encajados, muy próximos en el tiempo, cuando parecía que el partido se manejaba dentro de cierto equilibrio. Sin estar seguros del porqué, las heridas  parecen devenir en hemorragias con una sencillez asombrosa.

El Sanpa vivió una película de terror

A diferencia de la semana anterior, en esta ocasión el Sanpa no fue capaz de reaccionar a esta «sangría». Tal no merecía tanto castigo, pero tampoco encontró la manera de ponerle remedio. Tras el descanso, otra réplica del «terremoto» del primer tiempo dejaría K.O. al conjunto de Sant Joan Despí, que tenía claro que esta no iba  a ser su tarde. Con cuatro goles en contra y media hora por jugar, el único camino que encontraría sería el de la frustración y el de impotencia, perfectamente reflejada en la expulsión por doble amarilla de Rafa. Y, de esta manera, sin hallar la manera de batir la portería contraria, se llegaría al final del encuentro, en una jornada para olvidar en Esplugues, que debe hacer reflexionar sobre qué hace falta para volver a la dinámica de inicios de temporada. Y cómo se puede revertir esta tendencia poco positiva de cara al próximo compromiso, que será en el Barri Centre ante el Atlétic Vicentí.