OPORTUNIDAD DESAPROVECHADA.

Se cree que algunas distracciones pudieron afectar al equipo

Empate con cierto sabor a derrota de un Sanpa que lo tuvo todo a favor para llevarse la victoria y, finalmente, se dejó empatar a pocos minutos de la conclusión del partido. Tras conseguir una ventaja de 0-2 a principios del segundo tiempo, el equipo de veteranos sanperos no encontraró la manera de sentenciar el partido y dio alas a un infatigable Botigues de Sitges que, pese a jugar todo el partido con un jugador menos (y durante varios minutos con dos menos, tras la lesión de otro jugador en un encontronazo con el portero), dio toda una lección de coraje y pundonor para acabar sumando un punto que, en los minutos iniciales, no hubiera imaginado ni en su cita más optimista.

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Resulta incomprensible cómo, tras su buen inicio de partido, la UD San Pancracio, no fuera capaz de amarrar el triunfo. Además de la superioridad numérica, el conjunto verdiamarillo contó con una rápida ventaja en el marcador, tras adelantarse en el primer cuarto de hora de juego, con lo que podía liberarse de la presión que supone estar «obligado» a tener la iniciativa ofensiva ante un rival agazapado en la retaguardia, cuya prioridad era mantener la portería a cero el máximo tiempo posible. Con la relativa tranquilidad que suponía ir ganando y tener el duelo aparentemente bien encarrilado (nunca mejor dicho, con Xavi en el campo) y controlado, permitió que su rival, todo voluntad  y empeño, lograra creer en la posibilidad de lograr algo positivo. Y esa fe que dejó que creciera por parte del bando local, acabó por impedir lo que hubiera sido la segunda victoria a domicilio del Sanpa en esta temporada.

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Cierto es que Rubén estrelló dos balones al poste. Cierto es que el larguero rechazó un remate en propia puerta de un defensor local cuando ya se cantaba el gol. Cierto es que el guardameta local sacó un balón sobre la línea de gol que Úbeda solo tenía que empujar y pecó de prudente. Y cierto es que hubo un claro agarrón dentro del área al propio Úbeda, con el 0-2, que no fue sancionado (por lo demás, la actuación arbitral fue impecable, de las mejores de esta temporada). Sin duda, el Sanpa perdonó demasiado. Sin embargo, en un día en el que pudo verse a Marc recuperar las esencias que lo convirtieron en un «killer» letal, como mostró en la jugada del segundo gol, o en el que Reverendo culminó una excepcional jugada de pim-pam-pum de la media sanpera, dejando constancia de que este equipo sabe jugar muy bien cuando se centra, la combinación de un atrevido rival que, «de perdidos al río», «se tiró al monte», y el exceso de celo del equipo sanpero, que se dejó «comer el terreno», dejando al descubierto ciertas dudas e inseguridad en momentos determinados, acabaría teniendo como resultado esto: 2-2, que fue como una victoria para los locales y una derrota para los visitantes.

SOS Lesiones

Una lástima, sin duda. Porque el 0-1, al cuarto de hora de partido, con Carri recibiendo entre líneas, incorporándose desde atrás, para encarar al portero y dejar a su izquierda para que Reverendo empujara a la red, puso las cosas muy favorables para el Sanpa. Y el 0-2, al cuarto de hora tras el descanso, con Marc recortando y marchándose de dos defensores en el uno contra uno para resolver por bajo ante portero, debió ser la resolución que hubiera quebrado la resistencia de su sacrificado oponente. No obstante, la inmediatez del 1-2, en un regalo con un saque a favor, habilitó al conjunto de Sitges a la hora de permanecer con alguna opción de puntuar en el encuentro. Y la duda se mantuvo hasta el final cuando, ante la incapacidad del Sanpa de sentenciar definitivamente el encuentro, el equipo «botiguer»  encontró la forma de empatar a pelota parada: falta señalada en la línea de 3/4, portero local que sube a rematar, un solo hombre en la barrera, disparo fuerte y raso y…  una pierna que desvía hacia el marco de Sergio, que nada puede hacer para rechazar el balón (2-2). Premio para el equipo local por su fe inquebrantable y lección para el equipo visitante, que debe aprender de la experiencia.

Más allá del resultado final, para el cuál no queda remedio que aceptarlo, hay que destacar los debuts de Diego y de Germán con la camiseta verdiamarillo, mientras que, en el apartado negativo, tres nuevas lesiones afectaron a los atacantes sanperos, que obligará al equipo a reforzar la delantera de cara al próximo encuentro, que será en casa ante el colista en el que, confiamos, surja la mejor versión del grupo liderado por Joan y Marcos para deleite de la afición sanpera.